Con el masaje se restablece la armónica circulación de “prana” (la energía vital) por todo el organismo, mientras que el aceite esencial penetra a traves de la piel y la vuelve sedosa, lisa y luminosa: una cura de belleza que confiere un aspecto joven y dinámico, tanto por fuera como por dentro.
La terapia del masaje es el autentico corazón del sistema de curas ayurvédicas: ayuda a superar momentos de fatiga, estrés o depresión. Tonifica la energía vital y los tejidos nerviosos y musculares, modera el proceso de envejecimiento y acelera la eliminación de productos de desecho y toxinas. Estimula y favorece la circulación y retorno venoso, retrotrayendo las consecuencias de cuadros circulatorios tales como la celulitis, varices, arañitas, etc., alivia la sensación de dolor y pesadez de las piernas; logrando un efecto sedante y relajante sumamente placentero.
Este tipo de masaje también pueden tomarlo embarazadas.

 

 

    Esta ciencia originaria de la India y con más de 5000 años de antigüedad, nos enseña a observar nuestro cuerpo en las más simples manifestaciones y movimientos, como el color de nuestros labios, uñas, etc. Nos conecta directamente con la conciencia hacia nuestro cuerpo.

 

    En ayurveda se clasifica al individuo de acuerdo a su constitución física, fisiológica y psicológica, en tres tipos: Vata, Pitta y Kapha. Teniendo en cuenta estos aspectos, en el masaje Ayurveda utiliza el aceite vegetal (100% natural) para cada tipo, que es un vehículo de purificación y desintoxicación para el organismo.

 

    Esto se complementa con la presión en los distintos puntos energéticos (puntos Marma) que activan la circulación y permiten el correcto fluir de la energía en todo el cuerpo.

 

    Armonía y relajación se complementan durante toda la sesión de este masaje, logrando el tan ansiado equilibrio físico y emocional.